Juguetes, niños y sociedad.
Los juguetes son herramientas que niños y niñas utilizan para jugar y algo más... Pueden ser tan sencillos como un palo o una piedra, y puedes construirlos o comprarlos.Todos los objetos que emplean para jugar cumplen su función de entretener y educar (aunque algunos lo hacen mejor que otros).
Niños y niñas juegan con lo que más les gusta, pero un juguete no es un simple pasatiempo. Conviene prestar atención a su alto valor educativo. Los juegos y juguetes influyen en el desarrollo de los pequeños de la casa y de la sociedad. ¿Quieres saber cómo?
El juego y los juguetes para construir el mundo.
Una de las necesidades básicas de la infancia es el juego, es divertido e imprescindible para su crecimiento y educación. El aprendizaje y el entendimiento de la vida se realizan jugando. Por ese motivo el juego es primordial. La interacción y la experiencia directa con el mundo, permite darle sentido y aprender de él. Piensa en todo lo que aprenden desde que nacen: andar, comer, sentarse, correr, cómo son y funcionan las cosas, etc. Todo se aprende gracias al juego y los juguetes. Además, niños y niñas necesitan la actividad para el desarrollo pleno de sus capacidades.
Pero desde un punto de vista más amplio, el juego sobrepasa al propio individuo y puede ser determinante en la construcción social. Algunos estudios apuntan que el juego libre y de colaboración, y el sentido del humor, ayudaron en la antigüedad a reducir actitudes agresivas y de dominio, e hicieron posible una sociedad cooperadora.
A pesar de que el juego siga siendo para la especie humana una herramienta de cohesión social, a pasado a ser una práctica que disminuye cada vez más. Es difícil encontrar espacios de actividades de recreo común, que contrarresten la avaricia y la arrogancia y que fomenten la empatía. Puede que te suene raro pero algunos aseguran que la crisis económica y social es producto de un mundo que ha perdido la capacidad de jugar y ponerse en el lugar del otro.
Dejando a un lado esa mirada crítica a la sociedad actual, el juego en un entorno social conlleva enormes beneficios. Ánima a tus hijos, niñas, niños o bebés, a un juego libre, no planificado por personas adultas, adaptado a su edad, y cooperativo.
Toy History
El ser humano es curioso por naturaleza desde hace millones de años. En la curiosidad se encuentra una herramienta evolutiva que nos anima a conocer lo que nos rodea, poner atención y sobrevivir adaptándonos al mundo. Pero el ser humano es prudente también. Y para conocer las cosas de la vida no corre riesgos y las simula. Así antes de sentir la gravedad en nuestros propios cuerpos, tiramos una piedra; y antes de combatir al mamut jugamos a la caza. Así es cómo la curiosidad y el juego son pilares de la evolución del ser humano.
Te propongo un juego de suposición: imagina cuáles serían los primeros juguetes de la historia de la humanidad. Es posible que aquellos seres humanos que vivían en cavernas jugaran con piedras pequeñas que estuvieran alrededor, huesos o ramas. En realidad es difícil definir con exactitud el origen de los juguetes. Sin embargo, gracias a restos arqueológicos y escrituras, se sabe que existían muñecas de marfil para diversión de los niños en el antiguo imperio romano. En el Perú preinca, había muñecas de trapo, y en el Egipto de los faraones jugaban con figuras de animalitos. Al principio eran juguetes artesanales. En ocasiones los creaban los propios niños y niñas imitando objetos de su entorno. Para realizar juguetes sencillos usaban madera, semillas, hojas de maíz, piedras, o vísceras de animal.
Poco a poco se incorporaron otros materiales simples como tejidos tintados. Más adelante aparecieron los juguetes metálicos, de hojalata o latón. Un juguete que ejemplifica esta evolución es la pelota. Al principio construida con hule (del estómago de la cabra), después con mezclas de materiales como el cuero, hasta llegar a utilizarse plástico y otros sintéticos. Con la llegada de la revolución industrial y el progreso tecnológico, los juguetes comenzaron a parecerse más a la vida real. Así el mercado irrumpe y comienza a intervenir en la diversión de la infancia.
A partir de mediados del siglo XX, los avances en electrónica produjeron artefactos más complicados, como coches teledirigidos o muñecas parlantes. Además, se comenzaron a desarrollar videojuegos cada vez más fascinantes y verosímiles. No obstante, la tecnológica ha traído ventajas y desventajas (prometo nuevo artículo sobre juguetes, juegos y nuevas tecnologías).
En la primera parte del siglo XX en el mundo occidental empieza la era del “Homo Videns” (en España y otro paises tardó más). Con la televisión, niños y niñas cambian en cierta medida el juego y se divierten con: cocinitas, indios y vaqueros, maquillajes, guerras, dinosaurios, etc. Simulan lo que veían en la tele. En una sociedad teledirigida de la que hablaban teóricos reconocidos como Giovanni Sartori, la cultura de los medios promueve un juego que deja a un lado la imaginación, a favor de un entretenimiento electrónico, más frío, y de estrategia (que hasta entonces era propia del juego del ajedrez).
A partir la segunda mitad del siglo XX de occidente, el merchandising apunta a los niños. Estos últimos grandes consumidores que influyen en los padres que tienen acceso al dinero. Hoy en día la mercadotecnia de los juguetes es la favorita para películas infantiles, programas de tv, series de animación, videojuegos, cómics, libros y equipos de fútbol. Suele tratarse de objetos que tiene que ver con la temática, o miniaturas de los protagonistas. Es frecuente en estos juguetes distinguir, por un lado, modelos con forma humana o figuras de acción para niños, y por otro, muñecas para niñas (ya represente el modelo de un personaje femenino o masculino).
En general, ocurre que la diferencia de roles masculinos y femeninos en los juguetes es más acusada de lo natural y deseable.
La desigualdad de género en los juguetes
El mercado es voraz en temas de igualdad de género. Solo fíjate en la publicidad. La mayoría de los anuncios de juguetes son sexistas y cimientan los estereotipos de género, poco naturales, cortos de mira y muy limitados.
Es interesante ver las conclusiones de este informe reciente del grupo de campaña “Let Toys Be Toys”, sobre los anuncios de la televisión británica para Toy R US. Los investigadores observaron más de 30 horas de programación para niños entre septiembre y octubre de 2015. Para un estudio más riguroso y objetivo, los anuncios fueron clasificados por el género que incluían. El estudio puso de manifiesto lo siguiente:
- Los niños eran los protagonistas en anuncios de juegos de construcción, coches, figuras de acción, y armas de juguete. Aparecían "agresivos", con un lenguaje de control, de poder y conflicto.
- Mientras que las niñas protagonizaban los anuncios de muñecas, juguetes de glamour, la nutrición, las relaciones, preparación y rendimiento. Las niñas se comportaron pasivas, rara vez aparecían activas solo cuando bailaban. El lenguaje utilizado en estos anuncios se focalizó en la fantasía, la belleza y las relaciones.
- De los 25 anuncios de coches, solo en uno aparecía una niña. Y los anuncios en los que aparecían juntos niños y niñas, eran de juegos de mesa, artes y oficios, peluches o juegos interactivos.
Muchas de las conclusiones de este informe del 2015, en el momento en que Toys R US era la última gran compañía de juguetes que apostaba por un marketing de género, pueden trasladarse a otros países y compañías occidentales en la actualidad.
Las investigaciones recientes al respecto previenen, que los estereotipos de género comienzan muy pronto, con los tipos de juguetes que nosotros adultos damos a nuestros hijos desde la más temprana infancia. Y cuidado porque ejercen una influencia mayor de lo que pueda parecer a simple vista. Un ejemplo revelado por estos estudios sobre los efectos de esta discriminación de género, es la consideración de las propias niñas sobre su incapacidad de ser buenas en ciencia.
Merece la pena cambiar el punto de vista sobre los juguetes y los niños, y pensar todo lo que aportan a su desarrollo y todo lo que contribuyen a la construcción de un mundo más feliz para ellos. Serán quienes lo habiten en el futuro.
